jueves, 7 de septiembre de 2017

Predilección (1946) La Malquerida.



A veces se realizan juicios demasiado drásticos y si hablamos de películas entonces como las pobrecitas no se pueden defender, vamos con toda la saña y en ocasiones sin razón. Yo creo que las acerbas críticas que recibe esta película son desproporcionadas. Como veis después del filme de Mann del anterior post, sigo con mi política reivindicativa de películas en mi opinión injustamente masacradas por la crítica.
 
 
 
 

"Predilección" es un biopic sobre la familia Bronte, especialmente en las dos hermanas más famosas: Emily y Charlotte. Sus dos novelas más conocidas Cumbres Borrascosas y Jane Eyre ya habían sido llevadas al cine. De Cumbres Borrascosas existía una prestigiosa versión británica realizada en 1920 por los actores más populares en aquel momento de las islas y muy recientemente la producción de Sam Goldwyn dirigida por William Wyller que se convirtió en uno de los grandes éxitos de ese 1939 memorable para Hollywood.  De Jane Eyre que siempre fue una novela menos valorada por la crítica, pero más popular se hicieron muchas versiones en el periodo mudo ya desde sus inicios y había tenido una versión sonora en 1934 de serie B de tan sólo 62 minutos producida por la Monogram. Además justo cuando Warner rodaba Predilección, la Fox estaba a punto de terminar los preparativos de la maravillosa versión dirigida por Robert Stevenson que aquí se estrenó con el título de Alma Rebelde.

Si en las últimas adaptaciones de las novelas se contó con un reparto estelar (Laurence Olivier y Merle Oberón y en Jane Eyre : Joan Fontaine y Orson Welles) no quiso la Warner quedarse atrás juntando a dos de sus principales estrellas femeninas al frente: Olivia de Havilland e Ida Lupino. La biografía al estilo Hollywood de personajes históricos siempre fue uno de los puntos fuertes del estudio. Eran una manera de dar una pátina de respetabilidad a una compañía que era famosa en gran parte por producir los violentos filmes de gangster que hoy conocemos como sinónimo de Warner. Primero con el británico George Arliss y sobre todo con Paul Muni figuras como Disraeli, Louis Pasteur, Emile Zola y Benito Juarez se presentaron ante el gran público con biografías más o menos "basadas en hechos reales" como dicen los monótonos telefilmes que ponen los fines de semana. La moda llegó al punto que hasta MGM por una vez copiara a Warner en su biopic sobre Madame Curie a mayor gloria de la pareja del momento Greer Garson y Walter Pidgeon (Los Minniver).

 
 
Las tres hermanas Bronte. Además de Olivia e Ida la tercera Anne fue interpretada por Nancy Coleman

El encargado de la dirección fue Curtis Bernhardt quién como muchos otros judíos alemanes se asentó en Hollywood. Como la mayoría de los directores teutones tenía fama de dictatorial teniendo sus mas y sus menos con Olivia de Havilland quien parecía estar en permanente lucha con Ida Lupino. Ambas querían ser las reinas del espectáculo, mientras el pobre Paul Henreid intentaba capear el temporal lo mejor que podía. Para Olivia su papel de Charlotte Bronte sería el último en Warner, estaba decidida a abandonar el estudio y esa puede que sea la causa de que su actuación no sea tan redonda como acostumbra. Una vez acabado el rodaje la actriz dio por terminado su contrato con Warner. Pero la productora respondió que el tiempo que esta había estado de baja no computaba así que tenía que hacer por lo menos una película más. Olivia se negó y llevó a Warner a los tribunales. Tres años estuvo sin trabajar, pero la valiente actriz no se arredró y consiguió ganar el juicio. La sentencia que se conoce como "La Decisión de Havilland" fue el primer golpe que recibieron los estudios por sus abusivas prácticas en los contratos y sentó un precedente vital para las futuras relaciones de las estrellas y los estudios de Hollywood.

Esa debió ser la causa por la que la película tardó tres años en estrenarse. La Warner no tenía ninguna gana de publicitar un filme de una estrella que estaba difamándoles. Justo se estrenó menos de un mes después de "La vida íntima de Julia Norris" de Mitchell Leisen producida por Paramount con la que Olivia ganaría su primer oscar. El éxito que logró este filme también ayudó a eclipsar "Predilección" pese a ser un filme más que digno.

Por un lado tenemos la eficiente dirección de Bernhardt quién tenía bastante más talento que lo que habitualmente se dice. Experto en el melodrama, a mi me gusta bastante otro biopic que rodó años después en MGM sobre la cantante de ópera Marjorie Lawrence con unos estupendos Eleanor Powell y Glenn Ford. El director alemán consigue hacer fluido el guion de Keith Winter y que no pese el metraje de la película. Otro de los puntos fuertes de la película es la estupenda fotografía de Ernest Haller uno de los grandes de la época clásica de Hollywood. Especialista en la fotografía en blanco y negro curiosamente el filme por el que es más reconocido es Lo que el viento se llevó paradigma del Technicolor. Es una producción cuidada tanto en vestuario como en decorados y con una brillante partitura de Erich Wolfang Korngold que nos muestra al estudio en su mayor momento de apogeo.




Ya hemos comentado que la actuación de Olivia de Havilland  no está entre las mejores de su carrera, en parte también a que la mayor carga dramática reside en el personaje de Emily Bronte, la más rebelde de las hermanas donde Ida Lupino tampoco es que esté especialmente brillante pese a contar con unas escenas oníricas en las que esté realmente bella. Serán dos caballeros los que eleven el nivel de actuación del filme y claro está que no nos referimos al coprotagonista Paul Henreid que interpreta al pastor anglicano ayudante del padre de las Bronte, con su pesadez acostumbrada. Por lo general suelo ser muy benevolente en mis juicios pero es que no puedo con este actor.




A quién aludía resaltando su trabajo es en primer lugar a Arthur Kennedy que en el papel de Branwell el hermano alcohólico de la  familia Bronte consigue tratar con mesura un personaje tan proclive a los excesos. Incluso llega a dejar un poso de dignidad en un sujeto desde luego poco recomendable. Para entonces Kennedy ya atesoraba un puñado de buenas interpretaciones en el cine de donde había venido desde Broadway gracias a su amigo James Cagney. Luego después de volver de la guerra el actor seguiría teniendo presencia tanto sobre las tablas como en la pantalla. Hoy en día su papel más recordado puede que sea el de reportero americano en Lawrence de Arabia.







Pero sobre todo si esta película merece ser vista es por la actuación  de   en uno de los escasos papeles de época que hizo. Llevaba casi cuatro décadas sobre los teatros más importantes de Londres y Nueva York cuando John Huston lo convenció para que debutara en su primera película como director "El halcón maltés". El orondo intérprete británico contaba con 62 años y una salud precaria pero en menos de una década supo crear magníficos personajes en la pantalla. Aunque mucha menos conocida que sus interpretaciones en la anteriormente aludida "El halcón maltés" y "Casablanca" la encarnación que aquí realiza de William Thackeray es genial. No se me ocurre a nadie mejor para recrear al exquisito escritor.

Los mayores palos que los críticos dan a esta película es su poca verosimilitud histórica. Es cierto pero ese es un mal que tienen la mayoría de películas de este estilo realizadas en la época. No quiero dar ejemplos, pero hay muchos filmes bastante más fantasiosos que este sobre personajes célebres. Es muy probable que la familia Bronte de Hollywood tenga muy poco que ver con la que vivió en los páramos ingleses del siglo XIX, aunque a decir verdad se trataba de personajes tan peculiares que hasta los más metódicos investigadores no han podido dar con una imagen realmente fidedigna de las célebres escritoras, son más las conjeturas que los hechos probados que circulan sobre su vida y sus auténticos sentimientos. Yo la verdad es que pasé un rato muy entretenido viéndola. Considero que es una película muy digna y menos acartonada que otros melodramas de época. Tan falsa como son los sueños de Hollywood...Sueños que prefiero a las pesadillas.