martes, 13 de mayo de 2014

En el viejo Arizona (1929) O como Raoul Walsh perdió un ojo.

En la primera década del siglo XX, O´Henry seudónimo del escritor norteamericano William Sydney Porter, era uno de los autores de relatos cortos más popular de Estados Unidos. En 1907 escribió  "The Caballero's Way", una historia fronteriza en el que recreaba la Texas que había conocido durante sus años de juventud. El protagonista de la historia “El cisco Kid” tendría una larga vida, primero en adaptaciones filmadas durante el periodo mudo, concluyendo en el comic y la televisión, convertido en una figura totalmente alejada del personaje original.
 
Según explica en sus memorias, fue idea de Raoul Walsh el rodar la primera película sonora filmada en exteriores. El reto en el incipiente medio era mayúsculo, pero también serviría para demostrar la superioridad del sistema sonoro Movietone, desarrollado por la Fox, sobre su rival, el Vitaphone con el que Warner había rodado sus primeros filmes. Después de barajar varios argumentos, finalmente Walsh se decidió a adaptar de manera libre el anteriormente citado relato de O´Henry.
 
Espoleado por su anterior filme, “La frágil voluntad” donde también había sido el galán protagonista, Walsh iba a encarnar al bandido de origen latino. Una profesión la de actor, que ya había ejercido en su Nueva York natal y que fue la que le llevó a Hollywood. En la mítica “El nacimiento de una nación” donde ejerció de ayudante de  D.W. Griffith, interpretó asimismo al asesino de Lincoln. Hombre de acción, también había sido vaquero en su juventud, por lo que no tenía ningún problema para interpretar al personaje.
 
La primera decisión que se tomó fue cambiar el título de la cinta por el de “En el viejo Arizona”. Es curioso como una historia, que originalmente se sitúa en Texas, al llevarla al cine se traslada al estado de Arizona, pero que se rueda en Utah.  Concretamente en Bryce Canyon, que había sido convertido en parque nacional ese mismo año 1928, aunque el congreso ya había dado su  placet cuatro años antes. Situado en el sudoeste del estado, su remota localización se había vuelto más accesible con la construcción, los años anteriores de una carretera de acceso. Aunque realmente no es un cañón, su altitud es mayor que la del famoso “Gran Canyon”, siendo un espectacular anfiteatro, con su particular orografía causada por la erosión.
Después de rodar algunas escenas de acción, la mayor parte del equipo de sonido quedó inservible. De regreso a Los Ángeles, para sustituirlo, sucedió el rocambolesco accidente que hizo perder el ojo a su director. Una liebre deslumbrada por los faros, saltó sobre el parabrisas del auto, rompiendo la luna, cuyos cristales fueron a parar al rostro del director. Esta circunstancia hizo que de repente la película se hallaba de un plumazo sin el director y el actor protagonista.
 
De la dirección se ocupó Irving Cumings, un eficaz artesano cuyos filmes más notables, además del exitoso biopic sobre  Graham Bell “El gran milagro”, son los que rodara a mayor gloria de Shirley Temple y por supuesto los glamurosos musicales en  Technicolor de la Fox, protagonizados por Don Ameche, Alice Faye y Carmen Miranda (Serenata argentina, Aquella noche en Río, Secretaria brasileña). Mientras tanto, el elegido para el papel protagonista Buddy Roberts, se rompió una pierna justo antes de reanudarse el rodaje. Fue la primera de las dos grandes oportunidades que tuvo el actor, la segunda fue protagonizar una serie de western de serie B en la Monogram, al pedir más dinero fue reemplazado por el luego mítico John Wayne.
 
Finalmente sería Warner Baxter el definitivo Cisco Kid. Tras su paso por el vodevil, Baxter como muchos otros empezó en el cine como figurante, será en 1921 cuando tenga su primer rol protagonista. De entre todos sus títulos rodados en el periodo mudo, uno de los más célebres fue “El gran Gatsby”, lamentablemente hoy perdida, tan solo sobrevive el tráiler de su estreno. Por el papel del bandido enamorado ganó la estatuilla al mejor actor, en una ceremonia en que los avances técnicos del sonido jugaron un papel decisivo a la hora de decidir los galardones. Con ese aval de pronto se vio situado en primera línea logrando intervenir en películas tan representativas como “La calle 42”, o “Estrictamente confidencial” de Frank Capra, junto a Mirna Loy. Aunque para muchos su mejor interpretación fue en “El prisionero del odio” de John Ford.
 
Para interpretar al adversario de Cisco el sargento Mickey Dunn, Walsh eligió a Edmund Lowe, quién ya había trabajado a sus órdenes en “El precio de la gloria” donde mantenía una relación tumultuosa pero de camaradería masculina con su superior el capitán Flagg al que daba vida Victor McLaguen. Algo de esta relación tan típica del cine de Walsh, y de otros realizadores como Hawks y Ford, existe entre Kid y el sargento Dunn, pese a que ambos están en lugares opuestos de la ley. Al igual que en el relato primigenio publicado en 1909, hay una mujer que desencadenará el conflicto entre ambos, Tonia María, novia de Cisco Kid, el cual ignora que su único objetivo es el dinero, por el que recibe a otros hombres a sus espaldas. Con este papel debutó en el cine Dorothy Burgess, que luego subsistiría en el cine como actriz secundaria.
 
 
Vista hoy en día es evidente que la cinta es producto del turbulento momento en que fue realizado, donde la novedad del sonido era la atracción principal. Sino sería incomprensible el primer plano de unos huevos fritos con jamón, con su ruido crepitante. Esta subordinación al nuevo medio, hace que pese a las intenciones de Walsh, la película durante un tercio aproximado de la película se desarrolle en interiores, con un estatismo evidente. Pero también nos quedan los felices momentos del rodaje en espacios abiertos, donde se puede ver filmado de espaldas al propio Walsh cabalgando.
 
 
Filmada casi seis años antes del Código Hays, la película nos ofrece una imagen del sexo en el oeste, que tardará casi cuatro décadas en volverse a ver, con prostitutas perfectamente definidas y un diálogo franco y nada timorato, que contrasta con el romanticismo que destilan las canciones cantadas por el bandido. Una música que aparece en diversos momentos del filme, comenzando por la obertura donde suena la canción “My Tonia” compuesta por el trío de compositores DeSylva, Brown y Henderson autores de la canción más popular de la época “Sonny Boy”.
Acabaré señalando que con las limitaciones propias del momento en que fue filmada, “En el viejo Arizona”, queda como testimonio de unos pioneros que amaban la profesión del cine, pese a que perdieran un ojo en el intento.
P.D. “En el viejo Arizona” es el primer largometraje donde se escuchó  hablar en español. En parte para dar autenticidad a un relato donde conviven dos culturas, y porque no decirlo como reclamo a la audiencia de los países hispanos, donde cualquier novedad era recibida con alborozo por el público.
 
La película tuvo su continuación en 1931 con “El cisco Kid” donde Lowe y Baxter repetían en sus papeles y bajo la dirección nuevamente de Irving Cummings. La protagonista femenina era la bella actriz donostiarra “Conchita Montenegro”.
 
 
 

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