miércoles, 11 de diciembre de 2013

Al compás del corazón (1944) Clásicos populares

 

En muchos artículos hemos hablado de la importancia de la figura del productor en el Hollywood clásico. De entre todos los estudios, MGM fue el que mayor poder les otorgó, convirtiéndoles de facto, en los mayores responsables de las famosas películas del León. En estos días en que nos entristece la reciente desaparición de Fernando Argenta, me parece oportuno traer a colación la figura del productor Joe Pasternack.  Húngaro de ascendencia judía, ya en sus inicios en el cine alemán, había alcanzado popularidad, propulsando la carrera de una artista hoy olvidada llamada Franciska Gaal. Obligado a huir de Europa por los nazis, fue contratado por los estudios Universal, siendo el auténtico impulsor de la carrera de Deanna Durbin.


Al igual que el añorado Argenta, Pasternack intentaba que la música clásica, fuera escuchada por las audiencias más populares. En su segunda película con Durbin “Loca por la música” contó con la participación de Leopold Stokowski, el más famoso director de orquesta de su tiempo. La joven soprano intercalaba en sus películas, melodías contemporáneas con famosas arias de ópera.
 
 
 

 

Después de su etapa en Universal, Pasternack pasó a formar parte de la extensa nómina de productores de MGM. Uno de sus primeros éxitos fue “Al compás del corazón” dirigida por Henry Koster, habitual realizador de sus películas con Durbin. En este caso la estrella infantil de la cinta, Margaret O´Brian no poseía ninguna dote musical. Estupenda actriz, había cautivado el corazón del público con sus papeles en “Cita en San Luis” y “El fantasma de Canterville “, donde compartía escena con el gran Charles Laugthon. En esta ocasión interpretaba el papel de Mike, una niña de siete años que debe cuidar de su hermana Barbara (June Allison), una violonchelista embarazada de un soldado que está en la guerra, que debe soportar el  iracundo carácter del director de su orquesta (José Iturbi).
 
El magnífico pianista valenciano, gozaba de gran popularidad en Estados Unidos donde residía desde 1929. Dotado de una técnica perfecta que le permitía ejecutar las composiciones más complicadas, fue siempre un artista admirado por el gran público, gracias a sus numerosas actuaciones en la radio, el cine y posteriormente la televisión. Impulsor de la Orquesta Municipal de Valencia, ganó para ella un prestigio internacional, desconocido hasta entonces para una formación española. Hombre afable y generoso, contribuyó con su arte a paliar los devastadores efectos de la “riada” de 1957, acaecida en su natal Valencia, a la que siempre estuvo ligado.
 
 
En esta entrañable comedía, con algún tinte melodramático, aparte de la siempre refrescante actuación de Margaret O´Brian, y el virtuosismo musical de Iturbi, podemos disfrutar de la siempre agradable June Allison, en su segunda  papel estelar (el anterior había sido en la comedia  Dos chicas y un marino, donde también intervenía el músico español).  Una actriz dotada de un encanto especial, que aparecería en la pantalla a lo largo de una década, acompañada de los más famosos artistas del firmamento de Hollywood.
 
En la cinta también aparece el gran cómico Jimmie Durante
 
 
 

 

 

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